Disfruté de un fin de semana romántico en este maravilloso hotel. Confortables dormitorios tipo cabañas, Cama king size, nevera ejecutiva, aire acondicionado, tv pantalla plana de 32", bóveda de seguridad, y guardaropa, todo en un ambiente muy acogedor. La comida es deliciosa y variada, normalmente de 6 a 8 platos diferentes. No ofrecen platillos exóticos como langosta, pero en líneas generales la comida es excelente. El área del restaurant es en un caney pero hay un detalle un tanto molesto con los pájaros y algunas moscas que entran y revolotean por las mesas. La piscina y la playa tienen servicio de toallas, pero son escasas pues al parecer no hay suficiente cantidad y a veces hay que esperar por ellas. También ocurre que algunos huéspedes no las devuelven sino que las dejan olvidadas en las áreas donde las usaron. En el área de la piscina hubo pocas actividades recreativas, el ambiente es agradable, agua es cálida. Algunas tumbonas se encuentran en mal estado. Los tragos y cocteles los sirven con licores locales y los preparan al instante, son muy buenos pero no hay mucha variedad. La calidad del servicio es sobresaliente, sobretodo en el restaurant. Los mesoneros son muy cordiales y atentos. Hay Wi Fi gratuito en el área del lobby, pero a veces la señal se extiende un poco más allá. A pesar de todo, me sentí satisfecho aunque pienso que pueden mejorar muchas cosas. La pasamos de maravilla y volveríamos a ir. Yo lo recomiendo...