Mi experiencia en este lugar fue muy decepcionante y definitivamente no valió el precio que pagué.
Para empezar, el desayuno fue exactamente el mismo durante los tres días de mi estadía, con muy pocas opciones y cereales viejos y secos.
El primer día, mi habitación no tenía aire acondicionado y tuve que reportarlo a las 11:30 p.m. para que me cambiaran de cuarto.
Además, alquilé la sala VIP por un día completo para trabajar, la cual me vendieron como la mejor opción con servicio incluido y almuerzo. Sin embargo, el servicio dejó mucho que desear: tuve que salir personalmente a pedir servilletas y aromática, ya que la jarra que dejaron solo alcanzaba para un vaso y éramos cinco personas. A la hora del almuerzo, no nos dieron opciones y simplemente sirvieron salmón sin consultar si alguien tenía alergias o preferencias.
Por si fuera poco, el ruido de la música en la zona era insoportable; incluso estando en el séptimo piso, no pude descansar bien.
En general, mi experiencia fue pésima y definitivamente no volveré.