El hotel y el entorno es ideal para parejas, muy romántico; es un hotel íntimo, con vista al lago, y un jardín con árboles y cascadas...las habitaciones, el desayuno, la cocina del restaurante... todo impecable!! Tiene playa "privada", con reposeras, muelle, y kayaks para uso de los huéspedes. Pero además, la atención del personal en general, y especialmente de Emiliano en recepción, te hacen sentir bienvenido en todo momento !!! Lo recomiendo altamente !!! Si algo restó a la experiencia, es que el uso de la piscina, si bien es libre, esta dentro del entorno del spa, con las limitaciones que eso implica (sin música, no se puede tomar ni comer nada, un ambiente muy controlado). Además, el hidromasaje forma parte del servicio de "masaje" que ofrecen, que mas allá del costo adicional, también tiene pasos establecidos, tiempo de permanencia (20min), y no se puede usar de a dos. Igualmente, lo volvería a elegir !!!