En líneas generales, todo fabuloso. Instalaciones magníficas. Habitación amplia, con una cama comodísima. El baño también espacioso, con ducha y bañera, independientes. Todo muy limpio.
El Balneario, maravilloso. Limpísimo y muy cuidado. Te quedas como nueva tras tomar las aguas. Los jardines y el entorno, ideales para completar la estancia relajante.
El desayuno abundante y variado. Todos los productos frescos. Se agradece el zumo natural.
El personal encantador.
Pequeños detalles pueden mejorarse.
Entre ellos, no ofrecer más que una botella de agua en el mini bar, o cobrar 8 euros por un gorro, obligatorio en el Balneario.
Y la ventilación en la habitación un poco agobiante, al no poder abrir completamente la ventana, por su sistema abatible. Pero como digo, el hotel es increíble y merece mucho la pena. Para repetir.