El Hotel Ibaguine no ofrece los servicios acorde con el precio que tiene.
Llegamos a las 13,45h y no había nadie en recepción, había un cartel en la puerta que indicaba el horario hasta las 14,30h y un tlf al que llamar, y lo hice, el recepcionista (muy amable), me indicó que cogiera la llave del armario, sírvase usted mismo.
En ese momento estaban las limpiadoras haciendo las habitaciones, y una de ella a voces estaba soltando improperios según hablaba por tlf.
A la entrada del hotel, nos llamó la atención un cenicero lleno a rebosar de colillas (esto como carta de presentación).
La habitación en sí no estaba mal, no funcionaba el aire acondicionado. El cuarto de baño muy muy antiguo, nos duchamos con chanclas, más por lo viejo de la bañera, que porque estuviera sucia, aunque daba esa sensación.
Es una pena, porque el hotel está en enclave muy bonito, aunque necesita de una reforma urgente.
No lo recomendaría a nadie, y tampoco volvería.