Hotel mediocre, instalaciones descuidadas y en mal estado, olor a comida de la cocina por los pasillos y respiraderos de los baños. Pasillos del hotel oscuros y con olor a humedad. La piscina es como una bañera, es decir, como si no hay. El spa no lo quisimos probar. La habitación es lo único que puede salvarse, es cómoda, con vistas al mar, en primera línea de una playa mediocre. Cualquiera de las que están en la costa son mejores playas.
El hotel es una buena opción si quieres dormir delante del mar a una hora de Lisboa. Desayuno correcto servido en el comedor a pie de playa.
El personal es muy amable.
El hotel no tiene aire acondicionado, pero tampoco ha sido necesario, por las noches refresca bastante.
El hotel no tiene parking, la zona de parking exterior es público con pocas plazas, cuando está completo hay que aparcar en un descampado de tierra.