Atención muy mejorable. Cuando llegamos justo sobre las 16hrs (hora del check-in) estuvimos esperando a que nos atendiese alguien en recepción. Después de ver que no venía nadie, empezamos a llamar al timbre hasta en 3 ocasiones pero no obtuvimos respuesta, nadie contestó ni apareció por el mostrador. Al final tuvimos que ir al restaurante para pedir que avisasen a alguien puesto que ya llevábamos 15 min en recepción esperando a que alguien apareciese...
Nos ofrecieron el restaurante para cenar o la cafetería que hay en frente con raciones, optamos por esta segunda opción dado que no nos apetecía lo que había en el menú - pero NO lo aconsejo, no tenía raciones, bueno en realidad no tenía casi nada, solo lo que parecía a priori huevos rotos y algún bocadillo. Pedimos huevos rotos con patatas y chorizo, pues eso era como un plato combinado con chorizo de sobre con las lonchas sin despegar (tal cual las había sacado del envase), bocata de lomo pasable y precio acorde a lo servido. Si no quieres cenar el menú del restaurante, no tienes opción más que un bocadillo de esta cafetería, nada de raciones como se nos dijo en recepción. Consejo: si no te convence ninguna de las dos opciones cena antes de ir porque no hay nada en los alrededores.
Cuando llegamos la habitación estaba calentita cosa que se agradece pues hacía bastante frío fuera, las camas no eran demasiado cómodas, nos levantamos con dolor de espalda pero todo estaba muy limpio. Repetiría por el entorno, fue maravilloso.