La zona en la que se ubica el hotel es increible, bonita y tranquila.
A pesar de que aparece a las afueras de Amsterdam, no esta tan lejos, de por si las distancias no son tan grandes y se encuentra cerca de estaciones de autobús que te conectan a varios puntos de la ciudad o puedes usar el Sprinter en el aeropuerto.
El personal de recepcion fue siempre muy amable en todo momento y a todas horas.
El desayuno bufet no es tan grande pero es suficiente y sobre todo muy rico.
Es una buena opcion, a media hora de Keukenhof, de Amsterdam Centraal y a minutos del aeropuerto.