Bien situado y además paran muchos autobuses. Habitaciones amplias y limpias. No obstante el hotel presenta signos de decadencia. El desayuno es de tipo oriental y por el precio no está mal dentro de la sencillez. El recepcinista de la noche se nego a llamar un taxi a las 4 de la madrugada que me llevara al aeropuerto, no era asunti suyo dijo, suerte que encontré uno en la calle. Al parecer el hotel ya no pertenece a Ibis.