La casa esta muy bien, la habitacion enorme y con vistas al rio. El baño espectacular. El desayuno muy rico.
Lo malo es que esta bastante apartado de todo. Para salir a comer o cenar tienes un tramo de al menos 20-30 minutos en coche.
Fuimos con un niño de 2 años, y no es lo mas adecuado, ya que al estar en lo alto de una montaña, no puedes dejar al niño que corra, ya que hay desniveles muy grandes por donde puede caer.
En cualquier caso, la estancia fue muy agradable, y el personal muy atento.
El dia que marchamos nos fuimos a pasar la tarde a la playa fluvial de Tapia, que esta a 10 minutos. Muy bonito tambien.