Fue mi primera vez en Roma , y al llegar al hotel un poco más temprano fuimos recibidos por un Sr muy atrevido, prepotente , maleducado y nos tuvo más de la hora para entregar la habitación, además que hacía gestos
La habitación normal ,el baño estaba sucio, el piso lleno de pelos, un asco, las paredes de la
Habitación también estaban sucias
El desayuno estaba bien pero también la atención de los meseros bastante mala, contestaban mal
Que lastima que una ciudad tan hermosa tenga gente tan desagradable ! No volveré a este hotel ni tampoco lo recomiendo