Nada recomendable para el precio abonado 130 euros la noche, decepcionante, a exceción de las vistas que son muy bonitas, pero las instalaciones están anticuadas y deterioradas para ese precio. El desayuno minimalista, escaso de cantidades pero rico y servido con esmero,las lonchas de fruta o queso se trasparentan. Si eres de comer bastante, no se te ocurra cenar allí, te quedas con hambre.
La sensación es que están más pendientes del dinero que de tu comodidad, no tienen ni el detalle de invitarte a una infusión en la habitación. No lo recomiendo, nos ha dececionado mucho.