Los días en Meis no han podido ser mejores.
El pazo está súper cuidado, limpio y no le falta de nada.
Además, María ha estado pendiente de nosotros desde que hicimos la reserva para que no nos faltase de nada y nos sintiésemos como en casa.
Y por añadir, tanto el jardín como la casa están mejor (incluso) en persona que en las fotos. Un diez.
Gracias María :)