Excelente relación calidad-precio. Habitaciones grandes, desayuno más que correcto (zumos, fruta, yogures, cereales, pan y bollería, bastantes opciones de comida coreana, opciones occidentales: huevos revueltos, salchichas y bacon, además de té y cafe.
Personal amable. Aunque su inglés es limitado, lo suplen con traducciones en el móvil.
Muy bien comunicado, se llega fácilmente andando al parque de las tumbas reales, y a la zona de tiendas y restaurantes.
Paradas de bus para moverte a los templos y lugares que hay que vistar, y para llegar a la estación del tren KTX (Seul, Busan,...) a menos de 5 minutos andando.
En resumen: muy recomendable.