el Wifi no llega a las habitaciones...hoy en día increíble. La sala común para trabajar es un cuarto con una mesa y una silla, ya está. El gimnasio ha visto sus mejores momentos hace años. Lo peor: la habitación huele muy mal, incluso mi maleta y ropa huele tan mal ahora, que al cambiar de hotel, tenía que lavar todo. La cama muy incómoda, se nota cada muelle.